Es el establecimiento en órbita baja terrestre (LEO) de una mini-estación espacial para pasajeros privados, el primer hotel espacial. Se concibe como un refugio no ocupado permanentemente que recibirá los turistas y la tripulación periódicamente.
En una primera fase se desarrollaran 2 módulos, de diseño bioinspirado, para 2 pasajeros y 1 tripulante. En la segunda fase, para un total de 4 pasajeros y 2 tripulantes, la estación se ampliará a 5 módulos: 3 módulos habitación, 1 módulo servicio y 1 módulo multiservicio, retrete y spa. Todos los módulos dispondrán de sistemas de control de atmosfera artificial, control térmico y captación solar para la generación de electricidad.
El hotel se situará en una órbita baja de la Tierra, a 450 kilómetros, donde queda todavía bajo la protección contra la radiación que ofrece los Cinturones de Van Allen y permite un acceso y regreso más rápido a la Tierra. Los turistas se alojaran en el hotel entre 4 y 6 días, disfrutando de una vuelta al planeta cada 90 minutos y, por lo tanto, de 16 amaneceres y puestas de sol cada día.
Entre los objetivos de estas miniestaciones se encuentra el turismo de corta duración (alrededor de 1 semana), la investigación en microgravedad de carácter privado, el desarrollo de una plataforma de comunicaciones y de observación remota.